Antes que nada os voy a decir algo que
os puede sorprender: Las dietas no existen, son los padres. Quiero
decir, está científicamente comprobado que el 80% de las personas
que han realizado dietas para perder peso, al cabo de dos años, no
solo han recuperado los kilos de más sino que a veces incluso añaden
algunos extra a los del inicio. (Antonio
Villarino Marín et al. Mitos y errores en el diseño de
dietas para la recuperación de un peso saludable. Rev Esp
Nutr Comunitaria 2008;14(3):179-184. Os
dejo el enlace por si a alguien le interesa el tema:
http://www.fesnad.org/publicaciones/pdf/renc_sedca.pdf)
Resumiendo el texto, a la larga, ninguna dieta funciona y algunas
perjudican seriamente la salud.
Así que, lo de las dietas, a no ser
que quieras adelgazar tres kilos para una boda, es la gran mentira de
la historia. Lo que ocurre es que es un grandísimo negocio y todas
aquellas que, bien por razones estéticas (??) bien por razones de
salud (esto si que lo entiendo) necesitamos perder peso, nos vemos
envueltas en tal maraña de dietas, consejos, productos, ejercicios y
demás, que al final perdemos peso, es cierto, pero solo en nuestros
bolsillos.
Como sabéis, (y si no lo sabéis os lo
digo) yo necesito perder muuuuuuuucho peso. Hasta ahora, he probado
alrededor de 15 dietas, (que yo recuerde). He de decir que algunas me
han funcionado mientras las hacía. Quiero decir, luego he
recuperado el peso y he ganado el bonus extra de los kilos de más.
En 2003- 2004 perdí 17 kilos haciendo dieta, de 92 pasé a 75 kilos,
no hice ejercicio, no cambié mis hábitos alimenticios, excepto el
tiempo que duró la dieta, y el resultado es, que ahora, 10 años
después, peso 120 kilos. Los que nos podemos a dieta sabemos que
tenemos dos grandes enemigos: el primero y más fuerte, nosotros
mismos y el segundo pero no por ello menos importante, que pensamos
que la dieta es un “periodo de sacrificio” para luego volver otra
vez a las “malas costumbres”. Y así no vamos a ningún lado.
En mi descargo diré que por mi
enfermedad (Artritis Reumatoide) tomo corticoesteroides, que me hacen
engordar todavía más y no practico ningún deporte (he perdido
rango articular y además me resulta doloroso hacer ejercicio). Es
verdad que hay programas diseñados para gente con mi enfermedad,
donde se tiene en cuenta nuestra condición, y dicen que a partir de
las cuatro semanas se notan los beneficios, pero, qué coño, si no
hacía ejercicio cuando estaba bien...¿Voy a empezar ahora? (¿Veis
quién es mi peor enemigo en esto de la vida saludable?).
No os voy a engañar, he barajado la
opción de la cirugía bariátrica ( ya sabéis, la banda gástrica,
el tubo gástrico, reducción de estómago, etc.) pero es que esto,
por si no lo sabéis también tiene una cara B, que no siempre la
cuentan. Cada operación de estas oscila alrededor de 6000 euros, y
además te ofrecen seguimiento donde ¡OJO! cambias tus hábitos
alimenticios, te enseñar a comer de forma saludable y a apreciar los
beneficios de un ejercicio regular. Y aquí viene “cuando la
matan”. Se considera, médicamente hablando, que al cabo de 36
meses el paciente debe haber perdido, al menos, el 50% del sobrepeso
inicial, o la cirugía habrá fracasado ( Paul O'Brien y col.)
Hagamos cálculos rápidos: si me
sobran 40 kilos, el 50% son 20 kilos. En 36 meses debo perder 20
kilos, que son alrededor de 0.5 kilos al mes. En serio, y quiero
decir, de verdad de la buena, si cambio mis hábitos alimenticios,
dejo los atracones, como de forma saludable, y hago ejercicio
recomendado para mi, ¿No puedo perder medio kilo al mes ( más
o menos) por mi cuenta? ¿Es necesaria la operación? ¿ O no será
otro negocio más?
Os voy a dar un dato curioso: si
durante un año, no usamos el ascensor, y subimos y bajamos por la
escalera, sin hacer nada más, ni dieta ni nada, podemos perder hasta
10 kilos en un año. ¿A que flipáis? Yo también. Más datos: Según la clínica Mayo cuánto más peso tienes más
calorías quemas. Una persona de 72 kilos quema 647 calorías por
hora subiendo escaleras, una de 90 kg, 819 calorías y una de 108,
981 calorías, ¡Y esto es de gratis total!
Muchas escaleras veo yo aquí...¡qué pereza!
Me he leído un libro: EL PODER DE LO
SIMPLE de Leo Babauta. Este hombre tiene un blog muy conocido que se
llama “Zen Habits”. El libro va en la misma línea del blog y
viene a decir que hay que tomarse la vida de otra manera.
A mi, me interesa especialmente la
parte que habla sobre el acondicionamiento físico o la “puesta en
forma” Dice que cada uno tiene que encontrar un plan que pueda
mantener durante años y que sea fácil de adoptar. Por eso
recomienda empezar “en pequeño”
Eso es lo que voy a hacer yo : esta
semana, sólo voy a empezar con el tema de las escaleras, adiós
ascensor, y progresivamente iré incorporando a mi rutina hábitos
saludables. No tengo prisa, soy consciente de que la buena salud
llega después de meses, incluso años. Pero es un comienzo. ¡Ya os
iré contando!






